SANTOÑA, EL EXITO ASEGURADO
Articulo y fotos LUIS MARIO ARCE
La visita invernal a las marismas de Santoña es ya un clásico de las salidas de SEO-Asturias.
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Ría de Santoña y paradas realizadas |
Este año la hicimos al
final del otoño, el 16 de diciembre, y con un tiempo atípicamente cálido, pero
ya había mucha animación y, como siempre, especies de alto interés, de esas que
se ven poco por Asturias. Nos reunimos un grupo de 12 personas (se nos sumaron
brevemente tres amigos del País Vasco y, al acabar el día, coincidimos con otro
de SEO-Cantabria) y echamos el día en la reserva natural hasta que el declinar
de la luz y la lluvia nos hicieron recoger los trastos y emprender el camino de
regreso. Por suerte, sólo llovió en la segunda mitad de la jornada, cuando ya
lo habíamos visto casi todo, y, salvo al final de la tarde, fueron chubascos
débiles.
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Zampullín cuellirrojo |
Llegada a Montehano Después de los tres milanos reales vistos en el trayecto
de ida en coche, todos en territorio de Cantabria, nuestra primera parada fue
el Convento
de Montehano.
La marea era propicia para ver acuáticas en esa zona, pues estaba mediada y
bajando, de manera que había un poco de todo. El zampullín cuellirrojo, una de las
especialidades de Santoña, es un fijo de este punto de observación. Vimos tres.
La presencia de numerosos zampullines cuellinegros y de algunos somormujos
lavancos permitió
establecer comparaciones y explicar las diferencias y las similitudes entre los
tres a los observadores menos expertos. Una garceta grande efectuó una de técnicas de pesca relativamente cerca y la proximidad de
algunas garcetas comunes favoreció otra comparación muy didáctica entre
ambas garzas blancas, que
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Garceta grande |
más tarde tendríamos ocasión de ampliar con espátulas
y, al atardecer, con garcillas bueyeras. Desde aquí localizamos algunos negrones
comunes hacia
La Arenilla y la bahía de Santoña (al cabo del día sumamos 9-11, entre ellos
una hembra adulta y un joven, el resto tipo hembra), y también pudimos observar
las primeras espátulas comunes (a lo largo de la jornada sumamos al menos 26,
3-5 jóvenes, 12 adultas y las 9-11 restantes probablemente adultas, al menos la
mayoría), así como pequeños bandos de silbón europeo (no los contamos, pero
se veían ya numerosos, de hecho, esta fue una de las especies más recurrentes a
lo largo de todo el día).
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Espatula joven |
En el pólder de Escalante La luz del mediodía era indicada para
acercarse al pólder de
Escalante, donde paran ánsares y
alcaravanes, y allí nos dirigimos. Sabíamos de la presencia de un ánsar
piquicorto y
no tardamos en localizarlo, integrado en un bando de 62 ánsares comunes. Ver a las dos
especies juntas sirvió para subrayar los rasgos que caracterizan a una y a
otra, de nuevo en comparación directa (insisto en este
aspecto porque el aprendizaje y la mejora en la identificación de aves son
parte importante de las salidas de SEO-Asturias). El piquicorto ya es un habitual
de Santoña, pero no deja de ser una rareza y siempre se disfruta. Tampoco
fallaron los alcaravanes comunes; teníamos noticias de dos, pero localizamos
cinco juntos, y en muy buenas condiciones (para telescopio). También había en
el pólder tres aguiluchos laguneros occidentales (hembra y dos jóvenes),
volando y posándose alternativamente, dos cigüeñas blancas, unas pocas avefrías
europeas y
numerosos zarapitos reales y agujas colinegras.
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Zarapito real |
El canal de la ría de Escalante también
estaba animado: somormujos lavancos, zampullines cuellinegros, negrones
comunes, algunas gaviotas cabecinegras y un tarro blanco. No faltaron los halcones
peregrinos que
anidan en la zona, muy vocales, observados posados y en vuelo. Después
decidimos ir a la zona de la depuradora de Santoña, con la intención de dar un
paseo hasta el observatorio.
Comiendo en la Arenilla y luego a Santoña La lluvia nos obligó a cambiar pronto de
planes, tras echar un vistazo rápido (nada nuevo, salvo los bandos de garcillas
bueyeras que
se avistaban a lo lejos), y nos dirigimos al observatorio de La Arenilla, para comer a
cubierto. También fue una buena decisión ornitológicamente hablando, pues no
tardamos en descubrir, en el canal de la ría de Asón, dos colimbos chicos, dos colimbos
grandes,
un águila pescadora, varios gaviones atlánticos, tres alcas comunes
y un
bando de cinco barnaclas carinegras.
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Garza real |
Como teníamos noticia de que los éiders
comunes establecidos
en el estuario se movían por la zona de El Covento, y dado que había dejado de
llover, allí nos dirigimos, casi al límite de la luz, para intentar esta
especie, una de las pocas que se nos habían escapado durante el día. Y hubo suerte: una hembra, rodeada de
negrones. También aquí fuimos testigos de la llegada al dormidero (en el dique
roto) de decenas de garcillas bueyeras, en varias oleadas, hasta 817!!!
En suma, una jornada de
observación de aves muy entretenida y variada con algunas especies poco comunes que siempre ledan un toque de gusto a las salidas ¬
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