domingo, 13 de enero de 2013


POR QUE OBSERVAMOS AVES
Como paso la ornitología de la pura clasificación científica al estudio de las costumbres con las que se desarrollo esta afición tal como la conocemos
Texto y fotos de NACHO RIESTRA

Hace ya mucho tiempo que Aristóteles escribió sobre la migración de las aves. Exactamente hace ya 2340 años y, sin lugar a dudas, esta en los orígenes de nuestra afición. Pero sin embargo este no es el inicio de la ornitología tal y como la vivimos tantas personas hoy en día. 
Hasta el Renacimiento Dios ocupa el centro del pensamiento. Esto cambia y en este gran cambio humanista  surgen palabras nuevas como paisaje: el hombre comienza a ver que el campo que le rodea no solo produce alimentos si no también le da imágenes bellas.
Estamos en el siglo XVI y es cuando se publican las primeras obras con la temática centrada en las aves. El hecho tiene una gran importancia puesto que es la sociedad renacentista, en su curiosidad, la que demanda conocimiento de su entorno natural y crea las condiciones para estas obras. Se describen las especies e incluso se trata en alguna ocasión sus hábitos pero lo que comienza, con los estudios de los esqueletos y su anatomía, es la comparativa
El siglo XVII y el racionalista siglo XVIII ahonda en este camino y comienzan a buscar como hacer de la ornitología una ciencia. Se escriben numerosas obras sobre el tema y surge el primer listado de aves de las islas Británicas. Los años siguen pasando.
El XIX trae la curiosidad del romanticismo que ve la naturaleza con otros ojos. Ojos de pasión que preparan a la sociedad para una nueva imagen de el mismo entorno que les rodea. Surge el paisajismo en los jardines a nivel local a lado de los grandes viajes científicos a nivel mundial. 
En este ambiente por fin termina de nacer como ciencia especializada la ornitología y con ella, en 1858, la British Ornithologists' Union, primera sociedad ornitológica. Sus principales intereses eran la identificación de las especies.
También vemos que la profesión de naturalista, que vive un gran auge, camina entre la disección y la observación. El trabajo de laboratorio sigue teniendo el prestigio elitista pero cada vez se desarrollan más las técnicas de campo que le recortan terreno. Surgen los debates que defienden la importancia de estas ultimas y niegan la vulgarización y carácter popular que le quieren dar los científicos.
Cuando llega el siglo a su fin la polémica está sin resolver.
Norte de Europa1903, acaba de empezar el siglo y las estaciones de anillamiento ya trabajan en Alemania para aportar nuevos datos sobre las aves. Pocos años después sus revistas especializadas ya publican los artículos enfocados desde el punto de vista actual etológico y ecológico de las especies y el termino ecología ya aparece en 1915 en una revista británica de aves. La ruptura con el pasado ya no tiene vuelta atrás.
En ese momento también se están publicando artículos que hablan de los aficionados y de su ayuda aportando datos. El carácter popular, en la polémica del siglo pasado, de alguna manera gana en sus dos terrenos: la ciencia valora el trabajo de campo del naturalista profesional y la gente disfruta como aficionada colaborando con ella.
La ornitología como afición ya tiene el suficiente bagaje como para reclamar un hueco en las pocas revistas de su tiempo y eso significa la importante consolidación alcanzada.
Dejo para el final la etología - cuyo termino lo están llenando de contenidos en esos momentos el austriaco Konrad Lorenz y el holandés Niko Tinbergen con sus estudios sobre aves y otras especies - y es por que en él, en su significado y en su origen, encontramos el origen moderno de esta afición: El estudio del comportamiento animal en la naturaleza.
Con mayor o menor ambición, más consciente o incoscientemente, la motivación por la que salimos a ver aves.

Por NACHO RIESTRA


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