Salida ornitológica a las islas Berlengas (Leiria, Portugal)
2 al 4 de Septiembre de 2016
Sábado,
3 de septiembre. 09.45 horas. Una pardela pichoneta (Puffinus puffinus) emerge entre la niebla en la travesía marítima
entre Peniche y la Reserva Natural das Berlengas, un archipiélago de pequeñas
islas perteneciente al distrito de Leiria, en el centro de Portugal, que dista
5,7 millas náuticas (unos 10 km) de tierra. Poco más tarde, siete pardelas
baleares (Puffinus yelkouan) se
deslizan sobre las olas siguiendo su estela. Volando en sentido contrario, se
cruza una pardela cenicienta canaria o cagarra
(Calonectris borealis). Ocho miembros
del grupo SEO-Asturias viajamos a bordo del “Cabo Avelar Pessoa”, uno de los
barcos que cubren el servicio regular a las Berlengas, para conocer este
espacio protegido y disfrutar de sus aves marinas.
Pero hay poca actividad. A
lo largo de los 50 minutos que dura la navegación, añadimos un cormorán moñudo o
corvo-marinho-de-crista (Phalacrocorax aristotelis), sendos pares
de charrán patinegro (Thalasseus
sandvicensis) y de cormorán grande (Phalacrocorax
carbo), alguna gaviota sombría (Larus
fuscus graellsii) y abundantes gaviotas patiamarillas o gaivotas-de-patas-amarelas (Larus michahellis). Ni rastro del
deseado paíño de Madeira o roque de
castro (Hydrobates castro), que
cría en varios islotes del archipiélago; es un objetivo difícil: llega, para
anidar, entre los últimos días de agosto y los primeros de septiembre, por lo
que la fecha es aún temprana. No es ésta la única ave marina que cría aquí al
final del verano; la pardela cenicienta canaria tiene en estas fechas pollos
grandes (pudimos ver varios por la feliz coincidencia con un equipo científico
que tomaba medidas y muestras), y aún hay volantones de gaviota patiamarilla,
tan numerosa que afecta negativamente a otras especies (al igual que el conejo Oryctolagus cuniculus, introducido),
razón de que se lleven a cabo descastes periódicos, evidentes en la siembra de
cadáveres dispersos por las colonias.
Las
islas Berlengas añaden a su población de aves marinas (en tiempos la completaba
el arao común Uria aalge, extinguido
actualmente en Portugal y probablemente también en España), un reducido grupo
de aves terrestres, que incluye al gorrión común (Passer domesticus), comensal de la treintena de habitantes de las
islas y de sus 200.000 visitantes anuales, el colirrojo tizón (Phoenicurus ochruros), que encuentra un
ambiente idóneo en la superficie mayoritariamente rocosa, con escasa vegetación
herbácea y arbustiva, y al halcón peregrino (Falco peregrinus), así como una notable lista de migrantes
costeros, que las toman como faro, y otros extraviados y alejados de sus rutas
por temporales y fuertes vientos que encuentran aquí un salvavidas, entre ellos
el chorlito dorado americano (Pluvialis
dominica), que procede del otro lado del Atlántico, el papamoscas papirrojo
(Ficedula parva), que anida en el
este de Europa, y el escribano lapón (Calcarius
lapponicus), con origen en la tundra.
|
Cormoran moñudo - juvenil |
|
|
Gaviota cabecinegra - 2º invierno |
|
Gaviota cabecinera 2º invierno |
|
|
Gaviota patiamarilla - Adulto y pollo |
|
|
Gaviota patiamarilla - Adulto |
|
|
Gaviota patiamarilla Adulto |
|
|
Gaviota patiamarilla - Adulto |
|
|
Gaviota patiamarilla - Pollo |
|
|
Gaviota patiamarilla - Pollo |
|
|
Gaviota patiamarilla - Adulto |
|
|
Gaviota patiamarilla - Pollo |
|
|
Manejo de Pollos |
|
|
Lagartija de Carbonell - Macho |
Las
Berlengas también poseen un alto interés herpetológico por la abundante
población de lagartija de Carbonell (Podarcis
carbonelli) que albergan, muy fácil de ver en los recorridos por las islas.
Este lacértido, endémico del oeste de la península Ibérica y previamente tenido
por una subespecie de la lagartija de Bocage (Podarcis bocagei), es más grande y de colores más oscuros en el
archipiélago que en el continente, por lo que se tiende a segregar la población
insular en la subespecie endémica berlengensis.
|
Lagartija de Carbonell - Hembra |
|
Lagartijas de Carbonell |
|
Lagartija Colirroja comiendo una oruga |
|
Lagartija Colirroja |
El
domingo, día de regreso, con un largo viaje por delante, visitamos la laguna de
Óbidos, al norte de Peniche. Se trata de un humedal costero de 6,9 kilómetros
cuadrados muy utilizado por limícolas, anátidas, garzas y gaviotas durante los
períodos migratorios y en invierno.
Desafortunadamente,
la persistente y densa niebla limitaba la visibilidad a unas pocas decenas de
metros, lo cual redujo mucho tanto la lista de especies esperables como las
cifras de cada una de ellas. De hecho, sólo localizamos ejemplares aislados de
ánade azulón (Anas platyrhynchos), en representación de las anátidas; de
zarapito trinador (Numenius phaeopus) y andarríos chico (Actitis
hypoleucos), entre las limícolas; de garza real (Ardea cinerea) y
garceta común (Egretta garzetta), por parte de las ardeidas, y tres
especies de gaviotas: patiamarilla, reidora (Larus ridibundus) y
cabecinegra (Larus melanocephalus), esta última con tres ejemplares cada
uno de diferente edad (el de segundo invierno se estaba dando un atracón de
anélidos marinos o xorras). Lo más interesante fueron los paseriformes en paso
estacionados en la zona, en concreto algunos ruiseñores pechiazules (Luscinia
svecica) y mosquiteros musicales (Phylloscopus trochilus). Abundaba
el cistícola buitrón (Cisticola juncidis) y estaban bien representados
los fringílidos, vinculados a la postduna y al bosquete ripario colindante, con
predominio del jilguero europeo (Carduelis carduelis) y presencia
secundaria de verderón común (Chloris chloris) y serín verdecillo (Serinus
serinus). Asimismo, en la duna tuvimos ocasión de ver alguna lagartija
colirroja (Acanthodactylus erythrurus), típica de este ambiente.
|
Jilguero Europeo |
|
Mosquitero Musical |
|
La estancia en Óbidos se prolongó más allá del
mediodía, por lo que no hubo más paradas en el viaje de vuelta, que hicimos por
separado, dados los distintos planes de los participantes. Todos nos fuimos con
muy buena impresión de la zona, pese a la escasez de aves en la salida.
|
Fortaleza de Peniche |
Texto y Fotos de Luis Mario Arce
No hay comentarios:
Publicar un comentario